Ha sido para salir en defensa de los "usuarios" del "Club Marítimo de Santander", gente que tiene poder y dinero suficientes para defenderse solitos, pero algo es algo. La periodista del Diario Montañés, Donata Bustamante pone en su sitio a D. Javier Del Olmo en un pequeño pero completo artículo, ojala fuera el primer paso y por fin los ciudadanos de Cantabria puedan conocer las miserias de este personaje. Reproducimos el artículo tal y como ha sido publicado en la versión digital del mencionado periódico. ¿Hará alguien algo parecido para el atropello cometido con nosotros en la Lonja ó los mariscadores de la bahia contaminada por la APS ó los jubilados que tienen una motora ó los trabajadores del polígono de Raos ó ....?.
Reproducimos el artículo integramente:
EL DIARIO MONTAÑES
Cantabria
ANÁLISIS / Medir las palabras
DONATA BUSTAMANTE/
Javier del Olmo es inteligente. Ha demostrado, los datos cantan, que su gestión es eficaz como presidente de la Autoridad Portuaria. Pero siendo inteligente resulta cuanto menos paradójico que no se frené al hablar y descalifique todo aquello que no le gusta o entiende que es injusto.
El presidente del Puerto la tiene tomada con el Real Club Marítimo. Ayer decía que algunos de sus socios se creían que les venía de herencia, cuando era un bien que los santanderinos desconocen que es suyo. No se trata de defender ahora a ese club que ha dado gloria al deporte de la vela, pero es obligado pedirle más mesura como cargo público que es.
Javier del Olmo no puede olvidar que ese club es fruto de una concesión y que su disquisición es peligrosa, pues al hilo de su argumento se le puede refutar que todos los edificios de las instituciones de la Administración central, autonómica y local son también del pueblo. Es verdad que el calor del verano puede reblandecer el cerebro y vaya eso en su descargo, pero su doctrina es cuanto menos peregrina. ¿Le gustaría que alguien decidiera ir a leer un libro a su despacho¸ argumentando que la sede del Puerto es del pueblo?
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Enlace directo al periódico:
Cantabria
ANÁLISIS / Medir las palabras
DONATA BUSTAMANTE/
Javier del Olmo es inteligente. Ha demostrado, los datos cantan, que su gestión es eficaz como presidente de la Autoridad Portuaria. Pero siendo inteligente resulta cuanto menos paradójico que no se frené al hablar y descalifique todo aquello que no le gusta o entiende que es injusto.
El presidente del Puerto la tiene tomada con el Real Club Marítimo. Ayer decía que algunos de sus socios se creían que les venía de herencia, cuando era un bien que los santanderinos desconocen que es suyo. No se trata de defender ahora a ese club que ha dado gloria al deporte de la vela, pero es obligado pedirle más mesura como cargo público que es.
Javier del Olmo no puede olvidar que ese club es fruto de una concesión y que su disquisición es peligrosa, pues al hilo de su argumento se le puede refutar que todos los edificios de las instituciones de la Administración central, autonómica y local son también del pueblo. Es verdad que el calor del verano puede reblandecer el cerebro y vaya eso en su descargo, pero su doctrina es cuanto menos peregrina. ¿Le gustaría que alguien decidiera ir a leer un libro a su despacho¸ argumentando que la sede del Puerto es del pueblo?
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