Después de ocho meses ha sonado el teléfono. Los cuatro trabajadores que se creían olvidados, han recibido la llamada de la esperanza. No hay oferta de trabajo, nada concreto todavía, pero al parecer los responsables de la Consejería les han informado de que ahora si se van a poner en serio manos a la obra. ¡Ojala que así sea!